"Nunca imaginé que la muerte pudiese oler a madreselva"

viernes, 20 de enero de 2012

TROPA DE ÉLITE


En las favelas brasileñas, donde la muerte es habitual moneda de cambio y una larga guadaña está siempre a punto de rozarte la piel, cualquier descuido puede llevarte a la tumba. Meterse en ese microcosmos supone arriesgar muchas cosas y vivir con el peligro en los huesos. Esto lleva a la desesperación, a la falta de moralidad o a una versión de moral muy sui generis y desprovista de todo sentimiento. En los últimos años varias películas se han introducido en ese otro mundo, que tenemos en las mismas narices, para contar historias; sin embargo, ninguna me ha calado tanto como esta “Tropa de élite”, de 2009.

Film impactante y duro, entre el cine político y el cine bélico. Grabado con cámara al hombro en muchos de sus tramos, mostrando unas imágenes sórdidas, de colores vivos, y en un tono semidocumental que le otorga mayor veracidad, como si pudieras meterte en el pellejo de esos policías al límite. Ofrece además una visión descreída de la sociedad, la corrupción, el poder malsano, las traiciones y el “sálvese quien pueda”, en definitiva, un alegato sobre la ley de la selva.

Pero lo mejor de todo, el porqué hay que verla, es la trama vibrante tejida por José Padhila. Los hechos van desencadenándose uno detrás de otro formando una tela de araña de consecuencias terribles. Nunca sabes en que va a desembocar cada uno de los actos de los personajes, cuanto resistirán arrasados por la vorágine de los acontecimientos, y así, en una espiral despiadada, la historia crece y crece sin parar, manteniéndote en vilo, hasta que al final el mundo se derrumba. Bestial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario